Se trata de un sistema de terapia manual suave y profundo, basado en el principio de la existencia de una pulsación rítmica sutil que emerge en los tejidos y fluidos del núcleo del cuerpo que se denomina Impulso Rítmico Craneal. Este impulso puede ser percibido como un movimiento respiratorio sutil en todas las estructuras que componen el sistema craneosacral (encéfalo, médula espinal, liquido cefalorraquídeo, meninges, huesos craneales, pelvis y sacro), y se transmite también a todos los órganos y tejidos corporales. La potencia y calidad con que emerge y se transmite este impulso a todo el organismo determina su estado de salud y vitalidad.
El terapeuta sacro-craneal actúa sobre estas estructuras con el objetivo de liberar las restricciones de movimiento mediante pequeñas y muy sutiles maniobras, hasta conseguir un movimiento armónico.
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